| LA REVOLUCIÓN PINGÜINA Linux no es sólo un sistema operativo gratuito. Para un fan de verdad, Linux es una filosofía de vida. “El Software Libre no es un asunto de tecnología, sino de libertades. Yo lo llamaría filosofía de la cultura libre. Compartir el código cultural es nuestra premisa, mis ideas están inspiradas por las de muchos otros, y sólo tiene sentido cuando la comparto, la hago social”, dice Eric Báez (33), fundador del centro de difusión de software libre.
Pero los linuxeros también son gente de acción: reciclan computadores para donarlos a escuelas pobres, abogan por computadores para todos (los notebooks de 100 dólares de Negroponte), banda ancha de verdad y defienden a ultranza la neutralidad de la red.
Sus enemigos: todas esas empresas que te venden caro equipos que no necesitas, que te cobran por servicios que no te brindan, y los maldadosos que quieren coartar tu libertad de conexión.
El linuxero es un tantito iluminado, un poquito mesiánico. Eric: “El futuro ya está aquí y nos dice que todo ocurrirá en la Red. Todas las comunicaciones convergen hacia las redes IP, entonces, quienes artificialmente impiden que se desarrollen servicios y usos innovadores en ella están afectando a la democracia y los derechos civiles sólo por defender los beneficios los grandes monopolios”.
Que quede claro, un linuxero es un revolucionario, pero evolucionario. |
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